La Liga, que gobierna los departamentos de fútbol profesional de España, convocó una asamblea extraordinaria el jueves para discutir los próximos pasos, incluida una posible huelga contra el proyecto de ley, que aún necesita la aprobación parlamentaria.
En la serie, Real Madrid, FC Barcelona y Athletic de Bilbao, así como la Federación Española de Fútbol (RFEF), el organismo rector del fútbol en España, se enfrentan a La Liga.
Hay dos puntos principales en la disputa por la ley, que está respaldada por los gobernantes socialdemócratas de España y el principal opositor conservador Partido Popular (PP).
Uno de ellos se refiere a un acuerdo con la firma de capital privado CVC, que pagó 2.000 millones de euros a cambio del 8,2 por ciento de los ingresos de LaLiga por sus derechos de imagen durante 50 años.
LaLiga dice que el acuerdo les dará una inyección de efectivo que les permitirá competir con la Premier League inglesa, pero el Real Madrid, el Barcelona y el Athletic de Bilbao se opusieron, diciendo que estaban dando demasiado por muy poco.
LaLiga quiere que la nueva ley deportiva blinde este acuerdo. Ella cree que los grandes clubes están en contra porque quiere una distribución más justa de los ingresos del fútbol entre los clubes.
Los grandes clubes quieren “volver a un viejo modelo de fútbol, donde había grandes desigualdades y el crecimiento de los clubes más modestos estaba muy limitado”, dijo el director general del Granada FC de segunda división, Alfredo García.
Sin embargo, la Asociación de Fútbol argumenta que el acuerdo con CVC olvida a los humildes clubes de aficionados y cuestiona la legalidad del acuerdo.
“¿Ahora el gobierno y el principal partido de oposición cambiarán las reglas del juego y legalizarán lo ilegal? Eso sería muy grave”, dijo al diario El País el presidente de la RFEF, Luis Rubiales.
LaLiga también quiere que la nueva ley deportiva permita sancionar a los clubes que participen en competiciones que no sanciona, como la propuesta Superliga europea, que habría contado con los clubes de élite de Europa.
El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, ha sido uno de los principales impulsores de la Liga Escapada.
En un anuncio publicado este martes en varios diarios españoles, LaLiga defendió la necesidad de una ley deportiva “que no favorezca la creación de una Superliga que perjudique gravemente al fútbol español”.
Según La Liga, el gobierno acordó abordar sus preocupaciones en la nueva ley del deporte, pero los cambios que pedía finalmente desaparecieron de la legislación.